Antoni Riera Melis
La Historia de la Alimentación, desde 1970, viene interesando a los medievalistas; actualmente se ofrece como asignatura optativa en el plan de estudios de la licenciatura y del doctorado de Historia en algunas universidades españolas. Del auge reciente de la disciplina no debe deducirse, sin embargo, que tengamos un conocimiento equilibrado de los sistemas alimentarios vigentes entre los siglos V y XVI, que continúan presentando muchos ámbitos obscuros. La documentación disponible no permite, por ejemplo, establecer la magnitud de las dietas de los diversos estamentos y colectivos sociales, calcular su contenido calórico, ni establecer las proporciones de sus componentes básicos. Comer, tanto en la Edad Media como hoy, constituye, sin embargo, un hecho biológico, social y cultural. De ahí que los medievalistas, a pesar de las citadas limitaciones, puedan hacer aportaciones valiosas, a partir de la abundante información cualitativa conservada tanto en las fuentes escritas e iconográficas como en los vestigios arqueológicos, al análisis de los comportamientos alimentarios pretéritos.
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