David Igual Luis (2018)
En la actualidad, el arroz y sus realidades asociadas se han convertido en un fenómeno prácticamente identitario para la ciudad de Valencia y su región, en el este de la Península Ibérica. El cultivo y la comercialización del producto y su valor gastronómico constituyen hoy para este territorio hechos de indiscutible importancia social, económica y cultural. Ello es la consecuencia de una historia que comienza justo en la Edad Media. La planta, de procedencia oriental, fue introducida en tierras ibéricas durante la etapa de dominio musulmán. Al menos en Valencia, tras la conquista cristiana del siglo XIII y la consiguiente creación del reino de Valencia, incorporado a la Corona de Aragón, la explotación arrocera continuó, aunque se mantuvo hasta la primera mitad del XIV en unos niveles de escaso relieve económico. La verdadera expansión medieval del producto tuvo lugar desde finales del mismo siglo XIV y en el XV, lo que permitió que su cultivo alcanzara una presencia remarcable en varias zonas.
Las fuentes tanto musulmanas como cristianas denotan el uso alimentario que se hizo del arroz durante el Medievo hispano, por ejemplo empleado en formas diversas (en grano, sémola o harina) y combinado con carne, huevos o leche de almendra. Incluso, en las épocas de escasez podía convertirse en un buen sucedáneo del trigo. Sin embargo, si hacemos caso a los precios y a los impuestos con que el arroz fue tasado en el reino cristiano de Valencia en determinadas ocasiones, este se consideraba aquí un cereal menor. Además, en términos culinarios, llegó a ser objeto de ciertos prejuicios ideológicos y sociales al quedar identificado a partir del siglo XIII, sobre todo desde el mundo urbano, como un alimento típico de campesinos.
…
Rispondi